Estos son los 4 tipos de instalación fotovoltaica que tienes que conocer

La primera duda que tienen muchos clientes es saber qué tipo de instalación fotovoltaica es la más recomendable para su proyecto, según las características de su vivienda y sus necesidades energéticas. 

Hay 4 tipos de instalación solar fundamentalmente: de autoconsumo, aislada, de autoconsumo, asistida o térmica.

Son planteamientos de instalación muy diferentes, y hoy quiero hablarte de ellos para que tengas claro cuáles son sus características y sus diferencias. 

Los principales tipos de instalaciones solares fotovoltaicas

Una instalación fotovoltaica es aquella que nos permite captar y transformar la energía de la radiación solar, de modo que podamos convertirla en energía eléctrica para utilizarla cotidianamente en nuestro hogar, comunidad o empresa.

De los 4 tipos que existen, y que te voy a comentar a continuación, la instalación más demandada (con diferencia) es la de autoconsumo

Las instalaciones térmicas tuvieron su boom hace unos años, pero ahora están decayendo. Le ha ganado la fotovoltaica por goleada, ya que da la opción de calentar agua y en paralelo generar electricidad para otros usos.

Por último, las asistidas y las aisladas están indicadas para casos muy puntuales en los que la red eléctrica no llega hasta la vivienda o está en una zona donde hay frecuentes cortes de suministro.

Vamos con los detalles: 

1. Instalación solar de autoconsumo

El autoconsumo solar consiste en generar  tu propia electricidad con la luz del sol para tu propio consumo.

Es algo así como si tienes un huerto. Tú te plantas las lechugas, tú te las comes. No le debes nada a nadie.

Y lo bueno es que para llevarlo a cabo solo necesitas unas placas solares, un dispositivo electrónico llamado inversor, y la luz del sol, que es gratuita e ilimitada.

Si en algún momento te llega a sobrar electricidad, la puedes volcar a la red y te compensarán por ella.

2. Instalación solar aislada

Una instalación solar fotovoltaica aislada es aquella que genera electricidad en lugares a los que no llega la red eléctrica.

Es el típico caso de la casita de la playa o de la montaña, a la que costaría una fortuna llevar la acometida de la compañía eléctrica.

En estos casos lo más económico es montar un kit para mantener consumos básicos (aquí te explico qué es y cómo funciona un kit solar).

También se puede llevar a cabo en una vivienda con altos consumos, pero a día de hoy, todavía es muy caro debido principalmente al número de baterías que habría que instalar.

Si ya tienes claro que lo tuyo es una instalación solar aislada, te puede interesar esta selección de kits solares con buena relación calidad precio, más una guía para que sepas en qué te tienes que fijar para elegir bien.

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3. Instalación solar asistida

Es un tipo de instalación que se monta en una vivienda que cuenta con acceso a la red eléctrica. En caso de fallo de la red, puede alimentarse del sistema solar.

Estos sistemas cuentan con un conmutador que da paso bien al suministro de la red eléctrica, o bien al de la instalación fotovoltaica. 

4. Instalación solar térmica

Las instalaciones solares térmicas utilizan la energía solar para generar agua caliente sanitaria (ACS).

Las placas solares térmicas no tienen nada que ver con las fotovoltaicas.

Mientras que éstas últimas producen electricidad mediante un sistema de células fotoeléctricas, las térmicas alojan en su interior una tubería por la que circula un glicol destinado a calentar el agua almacenada en un depósito.

Como te dije, tuvieron su momento.

En resumen, ¿qué tipo de instalación solar elegir?

Cada vez más instaladores opinan que las instalaciones térmicas utilizan una tecnología que se está quedando obsoleta ante el avance de la fotovoltaica. 

Hay que tener en cuenta que los precios de las instalaciones fotovoltaicas se han desplomado en los últimos años, hace falta menos mano de obra que para una instalación térmica, y tiene un menor mantenimiento, ya que la térmica exige sustitución periódica de elementos como el glicol o el ánodo del depósito.

Además, la electricidad generada por la fotovoltaica no solo sirve para calentar el ACS de un termo eléctrico o una aerotermia, sino también para el resto de los electrodomésticos. 

En cuanto a las instalaciones aisladas, son ideales si tienes una casita en el campo o en la playa, en la que los costes de llevar hasta ella el tendido eléctrico superen los costes de la instalación solar (cosa que sucede casi siempre).

Las instalaciones asistidas son caras, y solo se recomiendan cuando existen asiduos cortes de luz. En otros casos, no están justificadas.

Así que la fotovoltaica de autoconsumo es la elección óptima para la mayoría de los casos: económica, de rápida amortización, simple y de rápida instalación.

Como ves, hay tipos de instalaciones fotovoltaicas para todas las necesidades ¿Cuál es tu caso?

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