Consejos para el mantenimiento de placas solares
El mantenimiento de placas solares es una tarea importante, una vez que ya estés disfrutando de tu instalación solar.
Con unos cuidados básicos, te aseguras de que los paneles, y la instalación en su conjunto, se conserven en un estado óptimo durante el mayor tiempo posible.
Pero ¿sabes lo que tienes que hacer para cuidar de tus paneles? A continuación, te cuento cómo puedes hacerlo.
El mantenimiento de tus paneles solares, paso a paso
¿Crees que basta con el agua de lluvia? ¿Que con unas cuantas tormentas ya basta para darles a tus paneles un «lavado de cara»?

Qué va. Siento decirte que no es suficiente. Si bien el agua de la lluvia ayuda a arrastrar la suciedad y que los paneles se mantengan mejor en sitios con algo de lluvia que en sitios donde no caen dos gotas seguidas, es necesario que hagas una limpieza manual entre tres y cuatro veces al año.
¿Te parece mucho? Bueno, yo te cuento cuál el mantenimiento ideal (pero también te digo que hay quienes son, ejem, menos cuidadosos, los limpian con suerte un par de veces al año y tampoco los tienen mal).
Es que no todas las ubicaciones son iguales. Todo dependerá del lugar donde esté colocado el panel y de la cantidad de polvo y suciedad que vaya acumulando con el paso del tiempo.
Pero vamos a lo que interesa: ¿cómo se limpia un panel solar?
Utiliza una esponja que sea suave o una gamuza. Ante todo, recuerda que no es aconsejable usar productos de limpieza demasiado abrasivos. Determinados químicos podrían dañar la superficie del panel, que es de lo más delicada. Como no queremos que eso pase y que el rendimiento de tu instalación se vea afectado, limítate al agua con una pequeña cantidad de jabón neutro. Con eso, es suficiente.
Primero humedece bien el panel solar, en especial en aquellas zonas donde la suciedad se encuentre más pegada. Así, se va reblandeciendo.
Luego, diluye un poco de jabón neutro en agua y usa la esponja para aplicarlo sobre el panel. Siempre trabaja con movimientos suaves, sin frotar con fuerza. No hace falta. Si tienes que repetir la operación, la repites. Mejor eso que arriesgarte a arañar el panel por querer ir demasiado rápido.
Finalmente, aclara con agua abundante. Lo más importante es que te asegures de que no quedan restos de jabón en el panel. Repasa un poco al final, por si han quedado zonas sin limpiar.
Y ya está. ¿Hay que secarlo? ¡No! Déjalo estar, en diez minutos se habrá secado completamente.

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Lo primero, la seguridad. Limpiar los paneles es una tarea que no se puede tomar a broma. Seguramente tendrás que encaramarte al tejado y no es momento para hacer el Tarzán.
Asegúrate con los anclajes adecuados. Y si no tienes la certeza de que está todo bajo control, no lo hagas tú. Recurre a profesionales de trabajos en altura y todos tranquilos.
Es conveniente que no limpies si el día ha amanecido con una gran cantidad de viento. ¿Por qué? Porque es como lavar el coche el día que llueve.
Lo más probable es que el panel acabe más sucio de lo que estaba cuando empezaste a limpiar. El viento va a arrastrar un montón de polvo y suciedad en suspensión que va a pegarse a tu panel mojado. Mal momento para ponerse a limpiar.
Por último: ya te comenté que no utilizases disolventes, desincrustantes u otros productos abrasivos. Pero además, es conveniente que el agua que vas a usar no tenga demasiada cal, o con el tiempo y las sucesivas limpiezas puede que aparezcan manchas blanquecinas en tus paneles.
Y no te olvides de que en una instalación hay más elementos que mantener…
Mantenimiento del inversor solar
No todo es mantener el panel solar limpio, también hay que asegurarse de que está funcionando a buen nivel. En este sentido, lo que puedes hacer es comprobar el estado de rendimiento del inversor solar. Se trata del componente de la instalación que te informa acerca de la forma en la que está funcionando todo el equipo de placas solares. Recuerda: si hay un problema en una placa, el inversor te informará de ello.
Son numerosos los inversores que se pueden combinar con aplicaciones de móvil que reflejan el rendimiento de una manera más dinámica. Puedes consultar a la empresa de instalación que haya puesto tus paneles para saber si tienes la posibilidad de acceder a ello.
Mantenimiento de la batería y otros elementos
La batería de la instalación solar también necesita un poco de cariño. No requiere tanta frecuencia como la limpieza de los paneles, así que puedes llevar a cabo este trabajo de supervisión una vez al año.
¿Cómo? Limpia el exterior y asegúrate de que no hay ningún tipo de daño o desperfecto en la estructura. Luego echa un vistazo para comprobar que todo está en buen estado y que, además, las conexiones siguen fijadas tal y como lo estaban el primer día.
Lo único que tendrás que comprobar con más frecuencia es que el nivel de agua sea el adecuado -si es que tus baterías no son de litio, claro-. Esto te recomiendo que lo hagas, al menos, cuatro veces al año. Añade siempre agua destilada.
Y no menos importante: haz una revisión general, todo tiene que encontrarse en buen estado, en especial los conectores y las gomas aislantes. Es vital que no haya ningún tipo de desperfecto que quizá no esté dando problemas ahora, pero pueda darlos en el futuro.